Para muchas personas mayores, asegurar una renta estable en la jubilación es una prioridad. Hoy os presentamos dos opciones existen a valorar, para lograrlo manteniendo el uso de la vivienda: la hipoteca inversa y la venta de la nuda propiedad. 

Ambas alternativas permiten obtener ingresos sin renunciar al derecho a vivir en la vivienda. A continuación, detallamos en qué consiste cada opción, sus condiciones y diferencias, y cómo  desde Grupo Caja Rural podemos ayudarte a gestionar tus finanzas en esta etapa de la vida.

¿Qué es una hipoteca inversa?

La hipoteca inversa es un producto financiero dirigido a personas mayores de 65 años o con un grado de dependencia elevado. Con esta opción, el propietario de la vivienda obtiene una renta mensual o un capital de una entidad financiera, con la ventaja de seguir residiendo en su vivienda. 

La vivienda actúa como garantía del préstamo, y este solo se devuelve al fallecimiento del titular, cuando los herederos pueden decidir entre cancelar la deuda o vender la propiedad.

Características de la hipoteca inversa

1. Propiedad conservada: El titular sigue siendo el propietario y mantiene el derecho a usar y disfrutar de la vivienda.

2. Renta constante: Ofrece una renta mensual o un único pago según las necesidades del propietario.

3. Reembolso al fallecimiento: Los herederos pueden optar por devolver el préstamo y conservar la vivienda o venderla para cancelar la deuda.

4. Producto regulado: La hipoteca inversa está sujeta a una regulación específica para proteger los derechos de los titulares.

¿Qué es la nuda propiedad?

La venta de la nuda propiedad es una operación en la que el propietario cede la titularidad de su vivienda a un comprador a cambio de una renta o un pago único. No obstante, se reserva el derecho de uso y disfrute de la vivienda de por vida, manteniendo su residencia en la misma. A diferencia de la hipoteca inversa, en este caso, el vendedor deja de ser el dueño, aunque conserva el derecho de uso mientras viva.

Características de la nuda propiedad:

1. Transferencia de la propiedad: La titularidad pasa al comprador, pero el vendedor conserva el derecho a residir en la vivienda.

2. Pago único o renta: Puede ser una opción de ingreso inmediato a través de un pago único o una renta constante.

3. Derecho de usufructo vitalicio: El vendedor conserva el derecho a vivir en la propiedad mientras viva.

4. Posibilidad de revalorización: La nuda propiedad permite al comprador adquirir la vivienda a un precio reducido, considerando el usufructo vitalicio del vendedor.

La elección entre una hipoteca inversa y la venta de la nuda propiedad depende de tus necesidades y circunstancias personales:

• Si deseas mantener la titularidad de tu vivienda: La hipoteca inversa puede ser una opción adecuada, ya que sigues siendo propietario y tus herederos pueden decidir el futuro de la propiedad.
• Si prefieres un pago único y no te preocupa la titularidad: La nuda propiedad te ofrece un capital inmediato, conservando el derecho de residencia. Además, evitas la deuda que implica una hipoteca inversa.

La elección depende de tus objetivos financieros y personales. Ambas opciones permiten mejorar tu estabilidad económica, pero ofrecen condiciones distintas en cuanto a propiedad, deuda y renta.

En Grupo Caja Rural, nuestro compromiso es ofrecerte las mejores soluciones para que disfrutes de tu jubilación con tranquilidad y seguridad. Por eso, acércate a nuestras oficinas y te explicaremos diferentes opciones. ¡Estamos para ayudarte!